viernes, 19 de mayo de 2006

SRI GURU: MÁS ÍNTIMO QUE NUESTRA ALMA



Tridandisvami Sri Srimad Bhaktivedanta Narayana Maharaja
Murwillumbah, Australia
3 de diciembre de 2002
(Clase Matutina)

Ofrezco millones de reverencias a los pies de loto de mi maestro espiritual, nitya-lila-pravista om visnupada Sri Srimad Bhakti Prajñana Kesava Gosvami Maharaja, e igualmente las ofrezco a mi siksa-guru nitya-lila-pravista om visnupada Sri Srimad Bhaktivedanta Svami Maharaja.

Recuerdo un verso del Srimad-Bhagavatam, hablado por Sri Narada Rishi a Vasudeva, el padre de Krishna. Este verso luego fue citado por Srila Sukadeva Gosvami a Pariksit Maharaja, que había sido maldecido a morir por la mordedura de una serpiente alada en siete días:

bhayam dvitiyabhinivesatah syad
isad apetasya viparyayo ’smrtih
tan-mayayato budha abhajet tam
bhaktyaikayesam guru-devatatma

El temor nace cuando una entidad viviente se identifica erróneamente con el cuerpo material debido a su absorción en la energía externa, ilusoria del Señor, llamada maya. Cuando la entidad viviente se aleja así del Señor Supremo, también olvida su posición constitucional como sirviente Suyo. Por lo tanto, una persona inteligente debe dedicarse inquebrantablemente al servicio devocional inmaculado al Señor, bajo la guía de una maestro espiritual genuino, a quien debe aceptar como su deidad adorable y como su misma vida y alma.

¿Cuáles son las causas del temor? Srila Sukadeva Gosvami lo ha explicado. Todos sentimos temor. Aunque todos los seres vivos en todas las especies de vida, a lo largo de todos los universos materiales, sólo desean paz mental y felicidad, están llenos de temor.

La felicidad y la paz nos siguen como sombras; si deseamos aferrarlas encontraremos que son intangibles, carecen de sustancia. Pero, cuando avanzamos, alejándonos de nuestra sombra, esta nos seguirá. Esa es la naturaleza de las sombras.

Quizás todos ustedes sepan que significa maya. Maya, en la forma del desarrollo económico, el disfrute sensual y la liberación impersonal, es como una sombra. Cuando nos volvemos hacia ella y tratamos de complacer a nuestros sentidos encontramos que este disfrute sensual es insustancial. En otras palabras, el deseo de felicidad material se convierte en la causa del dolor y la lamentación. No hay felicidad en este mundo material, solo pena y sufrimiento; este sufrimiento se experimenta como la cadena interminable de nacimientos y muertes. Nadie es feliz de estar en maya, pero si progresamos hacia Krishna toda la felicidad material y la liberación nos seguirán.

Somos partes integrales del Señor Supremo, Krishna; Él es el almacén de la bienaventuranza inmaculada, de hecho, Él es esta bienaventuranza. En razón de ser partes integrales Suyas según nuestra posición constitucional, nuestra naturaleza, nuestros cuerpos están hechos de esta bienaventuranza pura. No obstante, esto se refiere a nuestro cuerpo trascendental, no a nuestro cuerpo material.

bhayam dvitiyabhinivesatah syad
isad apetasya viparyayo ’smrtih
tan-mayayato budha abhajet tam
bhaktyaikayesam guru-devatatma

De algún modo, nos hemos separado del Señor Supremo, el océano del sabor y la bienaventuranza trascendentales —que es, en Sí mismo, la bienaventuranza— y ahora estamos enredados en la potencia ilusoria denominada maya. Ma-ya: miramos como un hecho lo que no es. Cualquier cosa que vemos o miramos mediante nuestra percepción sensorial es maya. Al principio, cuando nos alejamos de Krishna, cuando lo olvidamos, maya se abalanzó sobre nosotros para atacarnos. Ella nos derrotó y nos arrojó a la prisión. ¿Cuál prisión? Este cuerpo burdo es la prisión externa y el cuerpo sutil es la prisión interna. Hemos estado sufriendo y temiendo desde tiempos inmemoriales, jamás hemos sido libre de eso.

Pariksit Maharaja le preguntó a Srila Sukadeva Gosvami: “¿Cómo podemos salir de esta interminable cadena de nacimientos y muertes? ¿Cómo podemos liberarnos de maya? “. Srila Sukadeva Gosvami le respondió: “tan-mayayato budha abhajet tam bhaktyaikayesam guru-devatatma”.

Por estar inmersos en maya, no nos es posible liberarnos de ella de inmediato e ir al reino espiritual de Goloka Vrndavana. Esto solo se puede mediante l asistencia de los vaisnavas, de los devotos puros. Mediante la asociación de los vaisnavas podemos obtener un guru muy puro; no una imitación de guru sino un sad-guru. Él se hará cargo de nuestra vida si nos refugiamos en sus pies de loto. Él asumirá todo tipo de responsabilidades en nuestra vida y nos enseñará a realizar servicio devocional a Krishna.

Guru-devatatma. Primero, debemos pensar que el guru es nuestra atma, nuestra vida y alma. Rendidos plenamente a él, debemos depender de él por completo. Tan abhajet. La palabra tan se refiere al Señor Supremo, Krishna. Si servimos a Krishna bajo la guía de un sad-guru, sin duda, cómo por acto de magia, estaremos fuera de maya. Veremos que se manifiesta nuestra forma trascendental, que estamos sirviendo a Krishna y que estamos bañándonos en el ilimitado océano de la bienaventuranza y la dulzura. En ese momento, seremos también corporificaciones de esa bienaventuranza y, simultáneamente, la disfrutaremos mediante el servicio.

Traten de comprender todos estos hechos. No es suficiente con escucharlos y contárselos a los demás. Tendremos que estar establecidos en esta verdad. Ahora estamos profundamente inmersos en maya; en la proporción en que estamos en maya estamos lejos de Krishna. Nuestra única esperanza es el hecho de que Krishna ha enviado al sad-guru y los vaisnavas a este mundo. Yo experimento esto: yo era un disfrutador de tercera clase, pero mi Gurudeva me recogió y me ocupó en este servicio trascendental.

La distribución de la felicidad del servicio directo a la Divina Pareja, Radha y Krishna, es la misión de las antiguas escrituras como el Srimad-Bhagavatam y de los grandes maestros espirituales como Sri Narada Rsi, Srila Sukadeva Gosvami, Sri Caitanya Mahaprabhu, nuestra sucesión discipular y, especialmente en los países occidentales, Srila Bhaktivedanta Svami Maharaja. Él me ha ordenado que también predique esto.

Yo les pido a todos que comprendan estas verdades eternas y se establezcan en ellas; que también prediquen la misión de la sucesión de nuestros maestros espirituales denominada guru-parampara. Si practican pero no predican son unos egoístas. No sean débiles, prediquen.

En el Caitanya-caritamrta se afirma: sthane sthitah sruti-gatam tanu-van-manobhir ye prayaso ’jita jito ’py asi tais tri-lokyam. Si visten los hábitos azafrán de un renunciante no se casen, no se caigan. Si están casados entonces permanezcan así, pero después de los cincuenta años traten de salir de esa vida. No dediquen toda su vida al grhastha-asrama. Si pueden ser grhasthas como Prahlada Maharaja o los Pandavas no hay problema, pero esos son casos excepcionales.

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