miércoles, 17 de mayo de 2006

PODRÍAN MORIR MAÑANA



De Glind, Holanda
9 de junio de 2003

[El 3 de mayo de 2004, se celebra la divina aparición
del Señor Nrsimhadeva. En anticipación enviamos una
clase inédita sobre Prahlada Maharaja]

El sadhana-bhakti es de dos tipos: vaidhi-bhakti y
raganuga-bhakti. ¿Qué es vaidhi-bhakti? ¿Qué es
raganuga-bhakti? La vida de dos devotos puros puede
servir de ejemplo para ayudarnos a comprender.

Una vez, había una disputa entre un padre y su hijo;
el nombre del padre era Hiranyakasipu y el hijo se
llamaba Prahlada. Hiranyakasipu le ordenó a Prahlada:
“No debes pronunciar el nombre de Visnu ni siquiera en
sueños”. Prahlada le respondió: “Por favor, canta el
santo nombre del Señor”. Así pues, estaban siempre en
desacuerdo. En cierta ocasión, Hiranyakasipu escuchó a
Prahlada diciendo algo que le hizo sentir deseos de
matarlo, pero no podía. Envió a Prahlada Maharaja de
vuelta a la escuela y, en una ocasión, los maestros se
ausentaron por un rato. Todos los niños querían jugar
mientras los maestros estaban fuera, pero Prahlada
Maharaja les dijo: “Escuchen. Desde el comienzo de su
vida —si es que desean ser felices en esta y la
próxima— canten y mediten en Krsna, y ofrézcanle
servicio devocional”. Los condiscípulos respondieron:
“Somos niños aún, debemos estudiar y colmar nuestros
deseos materiales. Tenemos que dedicarnos al disfrute
sensual, jugando diversos tipos de juegos. Luego,
durante la vejez, cantaremos y practicaremos la
devoción. ¿Para qué hacerlo ahora?”.

Prahlada Maharaja dijo: “No hay certeza de que estén
vivos mañana o, incluso, al final de este día. Pueden
morir en cualquier momento, así que, desde el comienzo
de su vida, deben cantar y recordar a la Suprema
Personalidad de Dios”.

Dudosos, los niños preguntaron: “Pero si no obtenemos
dinero ¿cómo nos mantendremos?”. Prahlada Maharaja
respondió: “A nadie le gusta sufrir, pero el
sufrimiento viene. No les gusta la vejez o la muerte,
pero estas se presentan. Asimismo, si el destino les
depara felicidad y dinero, estos vendrán de acuerdo
con las actividades que han realizado en sus vidas
previas. No malgasten su tiempo en estas cosas que,
sin duda, vendrán. Tengan esta convicción. No queremos
enfrentar calamidades, pero estas vienen. De igual
forma, el dinero, la reputación, la posición, el
nombre y la fama vendrán como resultado de sus
actividades previas. No se preocupen por estos o por
su manutención”.

Prahlada Maharaja continuó: “La vida se extiende por
unos cien años, de los cuales la mitad, unos cincuenta
años, se pierden durmiendo. Los primeros veinte años
se malgastan en jugar y especializarse en alguna área
para hacer dinero. Entre los ochenta y los cien años
ni siquiera pueden mantenerse de pie; siempre tienen
algún dolor y no pueden concentrarse para hacer
bhajana. Veinte más veinte son cuarenta, restan diez
años de los cincuenta. En esos diez años se casarán y
harán dinero para mantener a sus hijos y subordinados.
¿Cuándo harán bhajana? ¿Cuándo tendrán tiempo para
cantar y recordar al Señor Supremo”. Si tuviesen un
bebe que algunas veces dijera “baba, baba. Papi, papi.
Mami, mami” ¿cómo podrían concentrarse en el bhajana?
¿Cómo podrían renunciar a los pensamientos mundanos?
Si su esposa fuese hermosa y sollozara ¿podrían dejar
de pensar en ella? Si su padre y su madre fuesen
ancianos y contaran con ustedes ¿podrían
abandonarlos?”. De este modo, Prahlada Maharaja estaba
entrenando a sus condiscípulos: “Deben hacer bhajana
desde el comienzo de su vida”.

Los niños le preguntaron: “¿Cómo hacemos bhajana?”.
Prahlada Maharaja respondió: “Refúgiense en un guru
genuino y, bajo su guía, sigan estos principios:

sravanam kirtanam visnoh
smaranam pada-sevanam
arcanam vandanam dasyam
sakhyam atma-nivedanam
iti pumsarpita visnau
bhaktis cen nava-laksanam
kriyeta bhagavaty addha
tan manye 'dhitam uttamam

“En primer lugar, sirvan y obedezcan a su gurudeva y
respeten a los vaisnavas, luego dedíquense a estas
prácticas. Sirvan a su gurudeva y él les enseñará como
meditar en Krsna y cantar. De lo contrario, sufrirán.
Estarán destinados a sufrir.”

Sravanam kirtanam visnoh smaranam... Estas prácticas
generales se encuentran en la categoría de
vaidhi-bhakti cuando se ejecutan con la actitud de
adorar al Señor con respeto y reverencia, o cuando se
llevan a cabo con el deseo de alcanzar tal actitud
puramente. ¿Comprenden?

Las mismas prácticas, si se realizan con un anhelo
especial por obtener la devoción de los residentes de
Vrndavana, se denominan raganuga-bhakti. La siguiente
historia ilustra el punto.

Había un joven brahmana muy culto llamado
Bilvamangala, que provenía de una familia
aristocrática. Una vez, fue al mercado de una gran
ciudad, donde cayó presa de la trampa de una
prostituta adolescente y hermosa llamada Cintamani.
Ella solía cantar krsna-kirtanas dulces y elevados. El
joven, Bilvamangala, se apegó mucho a ella. Un día, su
padre murió y todos los parientes asistieron a los
ritos funerales. Se hicieron muchos preparativos pero,
en medio de la ceremonia, Bilvamangala se marchó en
medio de la noche fría y lluviosa.

Había un río entre la casa de Cintamani y la de
Bilvamangala que, en ese momento, estaba desbordado.
Bilvamangala se detuvo en las márgenes del río,
pensando: “¿Cómo cruzaré? Debo cruzarlo de alguna
manera”. En ese momento, vio algo que flotaba en el
río, se aferró y cruzó el río. Al llegar a la casa de
Cintamani la puerta estaba cerrada. Gritó, pero no
hubo respuesta. Caminó alrededor de la casa,
considerando: “¿Por dónde podré saltar? No hay manera
porque el muro es muy alto”. Entonces vio algo
parecido a una soga que descendía del techo; lo aferró
y escaló el muro. Sin embargo, hacía tal frío y llovía
tanto que se cayó del tope del muro haciendo un
estruendo. Adentro, la prostituta le dijo a la
sirvienta: “Ve a revisar de dónde proviene ese ruido”.
La sirviente salió y gritó: “¡Oh, Bilvamangala está
aquí”. Cintamani preguntó: “¿Bilvamangala? ¿Cómo
vino?”. Entre ambas lo llevaron adentro de la casa, lo
calentaron y, de esta forma, lo hicieron volver en sí.
Luego le preguntaron: “¿Cómo entraste? Los muros son
muy altos”. Él respondió: “Vi una soga colgando del
techo y la usé para escalarlo”. Ellas le dijeron:
“Vamos a ver”. Al salir vieron que en lugar de una
soga era una serpiente negra muy venenosa.
Bilvamangala no sabía si era una serpiente o una soga;
ese es un síntoma del apego sensual. Luego le
preguntaron: “¿Cómo cruzaste el río crecido?”.
Bilvamangala dijo: “Floté sobre un tronco”. Cuando
fueron al río vieron que el supuesto tronco era, en
realidad, un cadáver maloliente e infestado de
gusanos. No tenía idea de que era un cadáver
descompuesto.

Bilvamangala estaba tan apegado a la prostituta que
había olvidado todo lo demás. En ese momento, la
prostituta le hizo entrar en razón, diciéndole: “Mi
cuerpo está lleno de heces, orina, sangre y otras
sustancias contaminadas, pero haces un gran esfuerzo
por estas. Si cantaras los santos nombres de Krsna tu
vida sería un éxito”. Sus palabras entraron como una
flecha al corazón de Bilvamangala. Él se marchó en el
acto.

Mientras caminaba se sintió sediento; en cierto lugar
vio un pozo del que varias mujeres extraían agua. Vio
a una adolescente y le preguntó: “¿Puedes darme
agua?”. La contemplaba sin cesar y, de nuevo, se
apegó. Aceptó el agua y le dio su corazón a cambio.
Luego la siguió a su casa, donde su esposo la
esperaba. Ella entró a la casa.

El esposo le dijo “Oh mahatmaji”, pensando que
Bilvamangala era un mahatma, un santo, y le preguntó:
“¿Quién eres? ¿De dónde vienes? ¿Qué deseas? ¿Por qué
has venido?”. Bilvamangala respondió: “Quisiera ver a
tu esposa”. Pensando que Bilvamangala era un santo muy
amable, el hombre llamó a su esposa y le dijo: “Este
mahatma quiere hablar contigo. Quizás está hambriento
y quiere algo de comer”. Ella salió de la casa y dijo:
“Es el joven que estaba sediento y me pidió agua en el
pozo. ¿Qué deseas? ¿Puedo darte algo de comer o alguna
otra cosa?”. Él respondió: “No, solo quiero tus
horquillas para el cabello”. Ella le preguntó: ¿Tienes
espinas clavadas en tus pies o en algún otro lugar?”.
Él respondió: “Sí, hay algo en un área muy delicada y
quiero sacarlo”. Era cierto, ¿entienden por qué? Tenía
un apego que había entrado en su corazón, un área muy
delicada. Ella le entregó las horquillas.

Pensando “estos ojos me están embaucando”,
Bilvamangala los atravesó con las horquillas. Sangraba
mientras exclamaba: “¡Krsna! ¡Krsna! ¿Dónde está
Krsna?”

Los apegos crean obstáculos y problemas en nuestros
intentos por hacer bhajana. Queremos hacer bhajana,
pero estamos demasiado enredados en cosas mundanas y
banales, por eso no podemos progresar. Por esta razón,
Bilvamangala consideró: “Si no hay ojos, no hay
apegos”.

Ahora, con un fuerte deseo de servir a Krsna, continuó
hacia Vrndavana. Un niño de tez oscura se le acercó y
le dijo: “Oh baba, ¿adónde vas?”.
—Bilvamangala respondió: “Voy a Vrndavana”.
—El niño le comentó: “Yo también voy a Vrndavana
—“Ahora estoy ciego, ¿podrías ayudarme?”
—“Claro ¿por qué no? Sujeta mi bastón y te llevaré

En el camino, Bilvamangala, arrepentido, cantaba los
pasatiempos de Krsna y gemía amargamente. El niño, que
era el propio Krsna, apuntaba en su corazón las
palabras de las canciones, que eran para Él como un
delicioso néctar. Las canciones se manifestaron
posteriormente en el libro titulado Sri
Krsna-karnamrta (literalmente “el néctar para los
oídos de Sri Krsna”).

Sri Caitanya Mahaprabhu encontró un manuscrito durante
Su viaje a los diversos lugares sagrados del sur de la
India, hizo que lo copiaran y lo llevó consigo al
regresar. Considerándolo una joya inestimable, lo
presentó a Sus devotos en Puri. Con gran placer, solía
escuchar con regularidad diversos fragmentos cantados.

El bhakti de Sri Bilvamangala Thakura se denomina
raganuga-bhakti. Había escuchado muchas palabras y
canciones de Cintamani, además tenía apego por ella.
Entonces reunió todo el apego de su corazón y lo
ofreció a los pies de loto de Krsna. Su
raganuga-bhakti estaba saturado de la emoción de una
sakhi, una gopi inclinada hacia el Señor Krsna. Ella
glorifica a Krsna y desea servirlo más que Lalita,
Visakha o Srimati Radhika. Por tal razón, se le llama
“sakhi”.

El deseo de Bilvamangala Thakura era que Krsna debe
ser servido por todas las gopis. Srila Prabhodananda
Sarasvati es también un raganuga-bhakta, pero desea
que Krsna sirva a Srimati Radhika y llore amargamente
por Ella. Este tipo de gopi piensa: “¿Por qué debería
Radhika lamentarse por Krsna? Él debe lamentarse por
Ella”. Este es otro tipo de raganuga.

Ahora deben decidir a quién desean seguir y cuál es la
meta de su vida. Sé que no pueden decidir, pero, de
todas maneras, deben realizar vaidhi-bhakti. La etapa
inicial del bhakti se denomina sraddha (*ver nota 1),
así que mañana comenzaremos nuestra discusión desde
allí. Explicaremos el significado de sraddha y cómo
esta se convierte en nistha. Deben tratar de tomar
estas instrucciones y guardarlas en sus bolsillos. No
regresen a su casa con sus manos y bolsillos vacíos.
Los devotos de aquí, Holanda, les han invitado y han
dispuesto todo para ustedes. Muchas gracias a los
organizadores. Ustedes no tienen preocupaciones, están
libres; no tienen que cocinar ni tienen
responsabilidades aquí. Sus anfitriones cocinan para
ustedes. Ustedes tienen todas las facilidades, así que
traten de captar algo y su vida será exitosa.

¡Gaura Premanande!


[*Nota 1.
sraddha'-sabde--visvasa kahe sudrdha niscaya
krsne bhakti kaile sarva-karma krta haya

“Sraddha es la firme fe o convicción de que por
ofrecer servicio amoroso trascendental a Krsna se
ejecutan automáticamente todas las demás actividades.
Tal fe es favorable para llevar a cabo el servicio
devocional.” (Caitanya-caritamrta Madhya-lila 22.62)]

No hay comentarios:

Publicar un comentario