sábado, 8 de enero de 2011

NO TOMEN EL NOMBRE DE DIOS EN VANO (Srila Prabhupad Bhaktisiddhanta Thakur)

Dedicado a nitya-lila pravista om visnupada
Sri Srimad Bhakti Prajnana Kesava Gosvami Maharaja
Inspirado por y bajo la guía de
Sri Srimad Bhaktivedanta Narayana Gosvami Maharaja
No Tomen el Nombre de Dios en vano

Srila Bhaktisiddhanta Sarasvati Thakura Prabhupada






Hay una regla en el sermón de la Montaña:


“No tomen el nombre de Dios en vano.” Sí, no debemos pronunciar el nombre de Dios, sólo para obtener algún beneficio. Si en realidad deseamos servir a Dios y le imploramos a Él para que reciba nuestro servicio, no estaremos de ninguna manera infringiendo la regla dictada por Cristo.


Él nos ha prohibido tomar el nombre de Dios en vano. Él está en lo correcto al hacer esto. No debemos pedirle a Dios de la misma manera que le pedimos a nuestros proveedores para que nos faciliten diferentes objetos para nuestra conveniencia. Debemos simplemente someter a consideración.


Dios es el mejor juez en cómo cuidarnos. Nosotros no sabemos cómo nos vendrá algo bueno. Nosotros no podemos examinar los méritos y desméritos de las cosas con nuestras presentes facultades. No es posible. Debemos estar siempre listos para someternos a Él incondicionalmente. Todas las ideas aparte de esta no son consideradas bhakti por los verdaderos religiosos.


En el Gita encontramos tres divisiones. Los primeros seis capítulos son para los karmis (trabajadores fruitivos), los últimos seis capítulos son para los jnanis (empíricos y los seis capítulos del medio son para los bhaktas (devotos). Así, la porción del medio del Gita es la parte principal del libro.


La sección que corresponde al karma (karma-kanda) y la sección que corresponde al jnana (jnana-kanda) no son la esencia real del libro. Ellos no son sino sus accesorios, no su corazón. Así que bhakti, o devoción a Dios, debe ser el objeto principal de todas las religiones. Bhakti debe ser considerado nitya – eso es, permanente y constante.


"El Señor Supremo es Inconquistable"


Srimad-Bhagavatam (10.14.3)


Todos nuestros extremados esfuerzos para adquirir conocimiento no nos pueden dar la habilidad para atraer al Señor Supremo a nuestra pobre percepción sensorial. El devoto no tiene fe en ninguno de estos dos procesos – llamados karma y jnana – pero ellos pueden, a través de la devoción, lograr acomodarlo a Él en nuestros corazones.


Debemos descartar todos nuestros esfuerzos independientes de adquirir conocimiento y dejar de lado nuestras exploraciones empíricas. No nos debe importar dejar todo aquello que no es necesario – no tenemos por qué presentarnos como gigantes intelectuales – pero debemos ser enérgicos en nuestro propósito devocional.


No debemos tener ninguna confianza en estos dos sistemas, karma y jnana, tampoco debemos aceptar los resultados derivados de ellos. Debemos ser devotos. La recepción acústica no es suficiente para nuestro propósito. Debemos escuchar de los labios de los maestros, que están constantemente ocupados en ofrecer servicio al Absoluto. Ellos tienen el poder para guiarnos a canales que llevan al amor de el Todo-Amor.
                                                                                    * * *


El Absoluto está siempre listo para recibir a Sus sirvientes, y Sus sirvientes no tienen otra ocupación que la de servirle a Él. Los devotos nunca consideran tomar otro curso de acción. Ellos no necesitan tener ninguna otra ocupación. Ellos están siempre ocupados en complacer a su Señor.


No puede existir una diferencia de intereses entre el Señor y Su sirviente, tampoco pasa nunca que el Señor quiera una cosa y el sirviente le dé otra diferente. Lo que el Señor quiera, el sirviente debe proveerlo; eso constituye el verdadero servicio. Debemos estar siempre listos para servir de acuerdo a los deseos y predilecciones del Señor. Esto es devoción.


No debemos ofrecer algo al Señor de acuerdo con nuestro propio gusto, pues puede que eso no sea de Su aprobación. Él es la fuente de todas las potencias, Él es el agente predominante y nosotros somos los agentes predominados.


Nosotros no tenemos otro deber sino atender los deseos del Señor. Nuestro deber debe ser servirle a Él como una devota esposa, no como un esposo. El Señor no debe ser una esposa.


La devoción a una sola esposa como lo encontramos en la sociedad, no siempre se puede aplicar al Supremo Trascendental. En los pasatiempos del Señor Supremo como Sri Ramacandra, Él se restringe a Si mismo a una sola esposa, mientras en Sus pasatiempos como Sri Krsna, Él se rodea a Si mismo con millones de gopis; pero el intercambio de amor entre Sri Krsna y las gopis está siempre en el plano de la trascendencia.


En ese plano, Sri Krsna, el supremo autócrata, reina sobre todas las almas. No tenemos que restringirlo a Él. Él es el propietario de todo y todo está bajo Su dominio. No tenemos que ponerlo bajo el yugo de las restricciones, como si fuera un hecho que Él es un producto de la naturaleza y no al revés.


Debemos siempre acatar las reglas de disciplina civil, de otra manera algunas inquietudes e inconvenientes pueden existir en la sociedad. En nuestro trato con nuestros amigos, debemos recordad las máximas como: “Has a los demás lo que deseas que los demás te hagan a ti.”


Pero el caso es diferente en nuestro intercambio con el Absoluto. El Absoluto clama derecho sobre todas las cosas como el propietario de todo. Por lo tanto, todas las propiedades son sólo para Su servicio y no para el servicio de otros. Como somos dependientes, somos necesariamente restringidos de muchas maneras, pero no debemos, por esta razón poner esas restricciones en el Señor.


Traducido por Jayahatakosthaka dasa.


Este artículo de: Rays of The Harmonist Monthly On-line Edition es presentado por: keep_in_touch@purebhakti.tv

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